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¿Cuándo dará mi bebé sus primeros pasos?

¿1 año, 15 meses, 18 meses? Me pregunto a qué edad mi pequeñín se lanzará a la conquista del mundo sobre sus piececitos. ¿Cómo puedo ayudarlo? En la gran mayoría de los casos, las caídas y otros golpes habituales no tienen mayor importancia, aunque dejen una buena ración de chichones y moretones. No dramatices. Limita también frases como "cuidado, te vas a caer, te vas a hacer daño...", que frenan la toma de riesgos necesaria para poder andar. De todos modos, recubre los bordes puntiagudos, guarda los objetos que se puedan romper y coloca una barrera delante de las escaleras.

 

Antes de comenzar a andar, el bebé se prepara durante sus primeros meses de vida para pasar de estar acostado a estar sentado. Una proeza que se produce en el momento justo, ya que su curiosidad por tocar, ver y oler es insaciable. Gateando o de pie, poco importa el estilo siempre que se desplace a su manera. Puedes ayudar a tu bebé a iniciar el camino, pero a su ritmo. Hasta los 9 meses no hay ninguna prisa. Solo un 3 % de los niños andan solos a esa edad y menos del 60 % lo hacen con un año.

Para dar los primeros pasos es preciso desarrollar los músculos

Primera etapa: calentamiento de abdominales y brazos
En sus primeras semanas de vida el pequeño tonifica su cuello y su espalda. La cuestión es estar preparado para las sesiones intensivas de gimnasia que empezarán cuando cumpla 4 meses. Rutina de entrenamiento: pedaleo con las piernas, molinetes con los brazos, balanceos de costado, todos esos son excelentes ejercicios para los abdominales.

El resultado es que tu pequeño campeón ya puede apoyarse en sus antebrazos y levantar la cabeza. Esos movimientos se perfeccionarán durante los dos meses siguientes. Empujado por la curiosidad de descubrir el universo fascinante que lo rodea, el bebé se entrena para girar por completo sobre sí mismo. Después reptará como una serpiente. Aunque poco precisos, sus esfuerzos provocarán la risa de sus padres (eso le encanta) y son muy eficaces.

Segunda etapa: estirarse, girarse, rodar y sentarse
Luego pasa al "curso avanzado" de los 8 meses. Una promoción bien merecida porque este gimnasta excepcional ahora mantiene el torso bien recto, alarga los brazos hacia los objetos (que ve cada vez mejor) y toma conciencia de la presencia y la utilidad de su cuerpo para lanzarse a la conquista del mundo por sí mismo.

Tercera etapa: sentarse, darse impulso y ponerse de pie
Entre los 9 y los 12 meses, el bebé pone en práctica estrategias para alcanzar los objetos que quiere. Así comienza a gatear, se mantiene arrodillado y, finalmente, se pone de pie agarrado de la mano de papá o mamá (o de ambos). Si su equilibrio no está asegurado, el bebé buscará confianza en sí mismo sentándose y parándose repetidamente.

Cuarta etapa: de pie, un paso, dos pasos y sin caerse. ¡Lo consiguió!
Solo le queda lanzarse solito (entre los 10 y los 14 meses en promedio) con valor y determinación. Sus primeros pasos serán inolvidables, tanto para él como para los papás.

¿El bebé no anda hasta los 19 o 20 meses? Consulta con tu pediatra, si es necesario él derivará el caso a un especialista en psicomotricidad.

Pequeños trucos para iniciar el camino

Calzado adecuado: Según los especialistas en la primera infancia, es mejor que los bebés aprendan a caminar descalzos, siempre que sea posible.
En casa opta porque vaya descalzo sobre superficies blandas y a la vez firmes para sus piececitos. Es la mejor manera de que adquiera buenos reflejos para colocar y, después, mover sus pies.
Fuera de casa, opta por calzado flexible y ligero con un empeine reforzado y cordones para mantener el pie firme.
Los corralitos ofrecen autonomía, pues permiten que el bebé se agarre de los barrotes e intente caminar, sin correr ningún riesgo. Y a ti te permiten ocuparte de otras cosas en la habitación de al lado. ¡Son muy útiles y vienen diferentes tamaños!
Ayúdale a caminar. Durante unas semanas, incluso dos o tres meses, el bebé se agarrará a tus manos. Al principio no sabrá bien cuándo debe avanzar un pie y cuándo el otro, pero luego adquirirá soltura y seguridad, aunque aún no estará preparado para soltarse. Respeta sus dudas, felicítalo, incluso cuando tu pequeño explorador se agarre de uno de tus dedos. Aún necesita tu presencia tranquilizadora.
Un consejo: trata que el bebé no levante los brazos demasiado porque así pierde equilibrio.

Los juguetes (camiones, correpasillos y otros) Entre los 10 y los 12 meses, el bebé tiene ganas irrefrenables de descubrir qué pasa en el otro extremo de la habitación o del jardín. Pero entre querer y poder existe una distancia que implica andar. Los juguetes que sirven de apoyo y permiten que el niño pueda desplazarse son muy útiles para facilitarles el andar.
Un consejo: elige uno de estos juguetes que sea sólido y ligero a la vez, y que esté equipado con ruedas semibloqueadas que impidan que corra como un bólido.

Andadores: ¿sí o no?

Los pediatras y los especialistas en psicomotricidad rechazan los andadores. Dichos artículos han sido objeto de numerosas polémicas y se han prohibido en países como EE.UU. o Canadá. Algunos de los motivos son la limitación del uso de las piernas y las caderas para desplazarse y fomentar una mala postura del puente del pie. Otra razón es que suelen provocar muchas caídas con fuertes golpes en la cabeza.